No te acomplejes, se tu mismo

miércoles, 11 de noviembre de 2009
Es necesario tener una buena alimentación, pero mucha gente debido a no tener el cuerpo que quiere o no creen tenerlo, llegan a caer en una enfermedad como la anorexia y la bulimia en las cuales en muchos casos se a llevado hasta la muerte.
En este blog hablaremos de lo que son estas enfermedades y concienciarnos de que muchas veces las opiniones de los demás conllevan a esto.





ANOREXIA.



La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo/a y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo.






LA BULIMIA.


Las personas que padecen bulimia han sido obesas o han realizado numerosas dietas sin control médico. Tratan de ocultar los vómitos y las purgaciones, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida durante mucho tiempo. Los síntomas típicos de un cuadro de bulimia son los siguientes:
• Atracones o sobreingesta de alimentos.
• Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso de las comidas se provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso, como la practica abusiva de actividades deportivas.
• Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.
• La autoestima del enfermo es baja y la identifica con su cuerpo.









BUENA ALIMENTACIÓN.




Respetar las cuatro comidas.
Comer gran variedad de alimentos.

Tratar de mantener el peso ideal.
Evitar los excesos de grasa saturada.
Comer alimentos con suficiente fibra vegetal.
Evitar el exceso de azúcar.
Si se tiene costumbre de consumir bebidas alcohólicas Recordar que no es correcto beber diariamente, más de tres consumiciones de alcohol.
Evitar el exceso de sal.
No sobrepasar el 20% de proteínas.
Realizar actividad física acorde a su físico, edad y preferencias.
Tener en cuenta los requerimientos diarios de vitaminas y minerales.




¿ QUE PIENSAN LOS ADOLESCENTES ?


Mientras la visión estereotipada de la dieta de un adolescente puede no ser siempre sana, la mayoría de los jóvenes estaría en desacuerdo, ya que un 75% siente que su dieta es sana o bastante sana.
El físico.
La comida y el físico mantienen una relación cercana al mundo de los adolescentes. Un 36% destaca la pérdida de peso o su apariencia en general como una razón para cambiar su dieta. Un tercio de los jóvenes (30%) se siente presionado a perder peso, mientras que el 55% se siente preocupado por lo que pesa. Este dato se incrementa a un nivel alto en Brasil y Portugal, donde el 83% de los encuestados se manifiesta inquieto por su peso, un resultado muy diferente al obtenido en Noruega y los Países Bajos, donde el 38% y el 35% expresa esta preocupación. A pesar de que los jóvenes dan la misma importancia a su imagen, la mitad de los Habbos afirma que el retrato del cuerpo que reflejan los medios es realista.








PUNTO DE VISTA DE UN MÉDICO.

La anorexia es un trastorno que no es novedoso, ya que viene desde hace más de cien años. Ultimamente está recibiendo una creciente atención en los clínicos debido a su alta incidencia. Ocurre frecuentemente en mujeres y rara vez en varones.
La edad promedio de inicio de la anorexia nerviosa entre los 14 i 17 año
s. Es muy rara la aparición de este trastorno en mujeres mayores de 40 años. La mortalidad que provoca es una de las mayores causadas por trastornos psicopatológicos. Debido a que creen que tienen sobrepeso, niegan que su pérdida de peso sea un problema. Su preocupación por el peso se refleja en pensamientos frecuentes tales como "estoy engordando cada vez más".





IDEALES DE LA LA SOCIEDAD.

Desde tiempos inmemoriales cuando se realizaban las esculturas griegas y romanas los artistas sabían cuáles eran las medidas ideales de un c
uerpo humano para que no fuera ni muy pequeño ni muy grande, ni muy grueso ni muy delgado. Pero con el paso del tiempo esas medidas se han adaptado sólo al cuerpo de la mujer, el regirse a unas medidas en concreto y no valorar la belleza más que por esas tres cifras ha llevado a muchas jóvenes a ser víctimas de la anorexia, la bulimia y las depresiones. Las medidas no son más que un gran estereotipo que mina la autoestima de la mujer.
Poco a poco el estereotipo de la mujer ha ido cambiando. Lejos queda hoy la belleza de "Las Tres Gracias" que Rubens pintara en el siglo XVII. Aquellas gorditas y bellas mujeres hoy no entrarían en el estereotipo ni dentro de las medidas que toda mujer se debe imponer a sí misma para ser un maniquí andante.

Antes lo que triunfaba en reinas, princesas y nobles, era ver cómo una persona no se le veían los huesos. Este factor era señal de que comía bien y por lo tanto
de que tenía suficiente dinero para comer alimentarse y estar saludable. El estar delgado se asociaba con la enfermedad, las epidemias y la falta de dinero para, por lo menos alimentarse. Mucho mejor era estar más bien rellenitos que estar tirando a delgados. Pero en cambio, hoy en día lo que triunfa en las pasarelas son las medidas esbeltas, la delgadez, incluso la extrema delgadez.
Cambiando estereotipos. ¿ Porqué hemos de sacrificar nuestro cuerpo, juventud y energías en alcanzar unas medidas llamadas ideales que quizá nunca consigamos y en cambio si llamar a la puerta de enfermedades como la bulimia o la anorexia?. La respuesta es bastante obvia hay personas que lo hacen por ir a la moda, pero resulta que, afortunadamente, no
todas las mujeres son modelos y que nuestra función y meta en la vida no ha de ser la de conseguir un 60-90-60. Aún así son muchas jóvenes las que hipnotizadas por las pasarelas y por querer ser como las "tops" lo hacen. Y no sólo las más jóvenes, muchas mujeres adultas también se empeñan en caber en una talla 36, lo peor de todo son sus nefastas consecuencias.


miércoles, 21 de octubre de 2009